24 de noviembre 2022 - 30 de diciembre 2022
Hay imágenes que deambulan sonámbulas por la memoria. Probablemente, es porque nos aferramos a ellas otorgándoles un estado de velo constante. Son detalles. El tatuaje en la espalda de otra persona, por ejemplo. La forma en que la tinta se adecua a la forma de los músculos. El tatuaje de un águila abriéndose desde una espalda ajena.
Podemos pasar horas rememorando cuerpos de otros. Y no solo los pensamos, sino que los hacemos aparecer, entremedio de diálogos y risas falsas. Gestos, movimientos, errores de comunicación. Sensaciones que no calzan con lo que se habla, mentiras. Porque el mundo está plagado de mentiras. Ya sea como forma de esconder nuestras intenciones, o para aletargar el tiempo en que finalmente nos dejaremos caer.
Pensar que todos queremos ser amados, es tan cierto como superficial. Queremos que nos amen, pero el problema radica en cómo lograrlo sin destruirnos en el intento. No queremos que ese logro nos aniquile. Desde ahí entonces, surge el fascinante y exótico despliegue de tácticas y resistencias.
Dejar por escrito estas imágenes difusas o desplazamientos, es una forma de fijar la experiencia en el tiempo y darles una apariencia más firme. Pero más que un ejercicio de autoconsciencia, estos bordados parecen un recordatorio o una amenaza. Una especie de estandarte de guerra.