26 Mayo - 26 Junio | 2016
En esta muestra Sofía investiga en la memoria colectiva a partir de una investigación sobre el patrimonio común. Por ello se detiene en un lugar estratégico para pensar los sedimentos reunidos en un espacio arquitectónico, y que dan sentido a un espacio, a un lugar, a un “museo” en específico. Ese museo que palpita ruinoso su condición de periférico abandono, descuidada museografía sin necesidad de actualización, como existiendo en un espacio atemporal; es ejemplo de un aspecto que compone todos los museos de la región y a la vez sin ser ninguno en específico.
Cajonera se plantea como una alegoría del espacio museal y la artista como un arconte de tesoros encontrados, puesto que clasifica, selecciona y recompone en un espacio manejado por paletas planas y de colores rebajados; los cuales chocan en su lejanía a cualquier atisbo de contemporaneidad.
Ahora, a estas reflexiones sobre instituciones que coleccionan obras de arte y objetos de la historia, también ingresan objetos como los diaporamas, la cúpula y las vitrinas de naturaleza, así como también las técnicas de documentación. La naturaleza y el paisaje son el último agente a esté concierto de voces autorizadas por la república del conocimiento, pero si pensamos en el paisaje debe ser uno que trate de lo indudablemente histórico; uno permeado por esas imágenes confinadas a una arquitectura y, a su vez, construir identidad para las naciones.