Orden y progreso
9 Diciembre - 23 Enero | 2016
De todas las debilidades neo-platónicas que forjaron la versión internacional del modernismo, aquella que terminó desembarcando en costas americanas, quizá la más pronunciada fue su fe, casi ciega, por la perfección geométrica. Pero el trópico muestra siempre sus razones a vista de todos; debajo de aquella devoción racionalista que asalto a gran parte de la región se escondía algo de calculo y algo de ansiedad postcolonial: si se ponía la fe en la razón, en la perfección de la forma y la rigurosidad geométrica, para que finalmente se pudiera llegar a una modernidad que había sido postergada continuamente. Nuestra vocación por el infinito, digámoslo así, estuvo siempre ligado a al infinito interés por ser modernos, a pesar de que fue justamente por allí donde comenzó nuestro “atraso.”
Y es precisamente sobre estas rigurosas imprecisiones en el devenir de la modernidad –encarnado en su más brillante versión, el “modernismo”—en que “Orden y Progreso” de Maite Zubizarreta adquiere su densidad crítica. Zubizarreta ha logrado, con estas imágenes casi perfectas, casi de “maqueta,” y con...